La soledad allí era total. El único lugar que conocía, dónde cielo y tierra, o mejor, cielo y mar, se superponían y eran lo mismo. No se sabía dónde empezaba uno y dónde terminaba el otro, o al revés. La tenue luz de una luna menguante, y la aún más tenue de los cientos deSigue leyendo «Soledad»
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El paje que cambió un reino
Homenaje al Gran Capitán Gonzalo, el menor de los hermanos, va montado sobre un joven caballo alazán, de color canela tostado; su crin alterna mechones negros y canela que le dan carácter y ligera prestancia y gallardía. Parecen estar perfectamente acoplados, caballo y jinete…, y se nota por el estilo de su monta, ySigue leyendo «El paje que cambió un reino»
La lluvia ya no salpica
Llovía mucho; quizás demasiado para lo que solía llover los últimos años. Pero nada comparado con lo que recordaba de como llovía cuando era niño. Entonces el pueblo se ponía impracticable en los días de fuertes lluvias. Recordaba cómo, en la multitud de charcos que se formaban en las calles, -todas de tierra, sin asfaltar-,Sigue leyendo «La lluvia ya no salpica»
El reflejo
A los ojos de los transeúntes podía parecer que era una mujer más que se ha detenido a mirar un escaparate. Y así era en realidad. Pero lo que no podía saber nadie es lo que estaba mirando en él. Y no eran los modelos de zapatos, botas o sandalias que se exponían. Era ciertoSigue leyendo «El reflejo»
Palomo
Palomo tiene el pelo blanco con aureolas negras alrededor de los ojos. También tiene manchas blancas en forma de nubes algodonosas en las orejas, que son al contrario que el cuerpo, negras y grandes, y están ligeramente caídas apuntando su puntita hacia el suelo. Su pelo no es ni largo ni corto, sino como loSigue leyendo «Palomo»
El majuelo
El cielo es hoy amarillo. No azul, ni gris, ni rojizo…, sino amarillo; y de un amarillo que parece que la tierra ha sido absorbida por el sol y se encuentra en su interior. Por ello, es imposible poder soportar el calor seco y abrasador sin estar a la sombra. Miro a mi abuelo. NosSigue leyendo «El majuelo»
Ilusión
Estaba sentado ya en su asiento, cuando el tren inició la marcha para su viaje de vuelta. Miraba por la ventanilla los paisajes, acercarse y alejarse…, pero no veía nada. Su mente aún seguía anclada en el andén, contemplando la tierna luz que irradiaban sus ojos, la calidez de su mirada, su permanente sonrisa, suSigue leyendo «Ilusión»
Mirar no es lo mismo que ver
– Es muy bonito lo que está usted pintando – dijo la chica-. Llevo minutos observando su cuadro. El pintor no se volvió a mirarla. Siguió unos segundos dando retoques al color azul como si no la hubiera oído o el comentario no fuese dirigido a él. – La mayoría de lasSigue leyendo «Mirar no es lo mismo que ver»
No estoy sola
Estoy sentada mirando el reflejo de la noche en el agua del rio que tengo delante. Es un río pequeño, pero en este lado de la ciudad se ensancha y parece más caudaloso. La luna y las estrellas parece que tienen un brillo especial, y eso que hoy no hay luna llena. A mi alrededorSigue leyendo «No estoy sola»
AZUL Y VERDE (III)
(Continuando con las dos primeras entregas, R. y S. (que ya son Raúl y Selena) continúan su conversación en las hamacas de la playa. Raúl está sentado al borde de la suya y Selena está sentada a lo largo de ella, con las piernas totalmente estiradas) –Por ejemplo, ahora tengo un libro – Raúl siguióSigue leyendo «AZUL Y VERDE (III)»